¿Cuáles son los imprescindibles de Zaragoza que no te puedes perder?
Siempre pasa lo mismo: alguien viene a visitarte a Zaragoza y te pregunta “¿qué no me puedo perder en la ciudad?”. Y claro, sabes que hay mil cosas que recomendar, pero cuesta elegir. Zaragoza es historia, es tapeo, es pasear por parques enormes, perderse en barrios con encanto o descubrir rincones que no aparecen en las guías. Y lo mejor es que muchos de estos planes son para todos los gustos: para los que vienen un finde, para los que viven aquí y hasta para los que quieren redescubrir su ciudad.
Lo bonito de Zaragoza es que mezcla lo clásico con lo moderno, lo monumental con lo cotidiano. Puedes empezar la mañana visitando la Basílica del Pilar y terminarla con un vermut en El Tubo, o hacer una ruta de puentes al atardecer después de pasear por el Parque Grande. Y si tienes tiempo para salir de la ciudad, los pueblos cercanos son una auténtica sorpresa.
En este artículo he recopilado 10 planes imprescindibles de Zaragoza que te aseguro no fallan. Da igual si eres de aquí o vienes de visita: algunos ya los tendrás en mente y otros quizá te sorprendan. Quédate hasta el final porque hay propuestas que no son tan conocidas y te van a dar ideas nuevas para tu próxima escapada por la ciudad.
1. Conoce los monumentos más destacados de la ciudad, historia viva


Zaragoza es una ciudad que respira historia en cada rincón, y sus monumentos son la prueba de ello. No se trata solo de ver la Basílica del Pilar (que, por supuesto, es un imprescindible), sino de descubrir también otros edificios emblemáticos que cuentan siglos de vida. Lugares como La Seo, el Palacio de la Aljafería o la iglesia de San Pablo son joyas que te llevan del mudéjar al renacimiento en cuestión de pasos.
Pero Zaragoza también guarda monumentos curiosos que sorprenden al visitante: desde esculturas modernas escondidas en plazas hasta detalles arquitectónicos que pasan desapercibidos si no levantas la vista. Por ejemplo, ¿sabías que en el Paseo Independencia puedes ver figuras que parecen vigilar desde lo alto de los edificios? O que en el Parque Grande hay esculturas que se han convertido en iconos de la ciudad.
2. Tapea por la zona del Tubo, la ruta más viva


Si hay un plan que nunca falla en Zaragoza, es ir de tapas al Tubo. Este laberinto de callejuelas en pleno centro es el corazón del tapeo maño, y da igual cuántas veces vayas: siempre hay un bar nuevo que probar o un clásico al que volver.
El Tubo es perfecto para esas tardes-noches en las que quedas con amigos y no sabes dónde empezar. Allí todo fluye: entras en un bar para pedir una croqueta, en el siguiente te tomas un torrezno, luego unas bravas y así hasta que pierdes la cuenta. Si eres maño, seguro que recuerdas algún viernes por la noche sentado en el Champi reviviendo con tus amigos alguna historia.
Si quieres una guía rápida para no perderte lo mejor, aquí te dejo este artículo con los bares imprescindibles del Tubo. Pero ya te aviso: lo divertido es improvisar y dejarse llevar.
3. Visita el Parque Grande y relájate, el pulmón verde


El Parque Grande José Antonio Labordeta es uno de esos sitios que todo zaragozano lleva en el corazón. Con sus 27 hectáreas, es el lugar perfecto para desconectar sin salir de la ciudad. Aquí puedes pasear entre árboles centenarios, hacer deporte o simplemente tumbarte al sol en sus praderas.
El parque tiene rincones para todos: los Jardines Botánicos para los amantes de las flores, el lago y las cascadas para dar un paseo tranquilo, y monumentos como el dedicado a Alfonso I El Batallador que son ya símbolos de la ciudad. Si vas con niños, las zonas infantiles son un acierto seguro.
Además, es uno de los lugares favoritos para correr o montar en bici. Y, si eres de los que buscan un plan más relajado, nada como llevarte un libro y disfrutar de una tarde tranquila rodeado de naturaleza.
4. Vete de vermut, la tradición más nuestra


En Zaragoza “irse de vermut” es casi un ritual. No hablamos solo de la bebida, sino de ese momento de quedar a media mañana (o por la tarde) para tomar algo con amigos, acompañarlo de unas tapas y disfrutar de la vida sin prisas.
En la ciudad hay vermuterías para todos los gustos: algunas clásicas donde las anchoas y los encurtidos son protagonistas, y otras más modernas que apuestan por combinaciones atrevidas. El ambiente siempre es acogedor y desenfadado, lo que convierte este plan en uno de los imprescindibles para sentirte como un maño más.
Si quieres ideas, aquí te dejamos una lista con vermuterías de Zaragoza que merece la pena conocer. Eso sí, cuidado: empezar con “un vermut rápido” puede acabar en una ruta entera de tapas.
5. Descubre los pueblos de alrededor, escapadas únicas


Más allá de la ciudad, la provincia de Zaragoza está llena de pueblos con encanto que merece la pena visitar. Algunos de estos pueblos están muy cerca y son perfectos para una escapada de un día, mientras que otros invitan a quedarse el fin de semana. Lo bonito es que cada uno tiene su propia personalidad: calles empedradas, iglesias históricas, paisajes naturales y, cómo no, buena gastronomía.
Si quieres una lista completa de los más recomendados, aquí tienes una guía de pueblos cercanos que visitar en Zaragoza. Una forma de salir de la rutina y descubrir rincones que sorprenden tanto a visitantes como a los propios zaragozanos.
6. Haz una ruta de puentes, la ciudad del Ebro


Zaragoza no sería lo mismo sin el Ebro, y sus puentes son parte esencial del paisaje. Recorrerlos es un plan gratuito y muy interesante para conocer la historia y la arquitectura de la ciudad.
El Puente de Piedra es el más famoso, construido en el siglo XV sobre los restos de un puente romano. Desde allí, las vistas de la Basílica del Pilar son espectaculares, sobre todo al atardecer. Otro clásico es el Puente de Hierro, del siglo XIX, que conserva el encanto de la época industrial.
Si prefieres algo más moderno, no te pierdas el Puente del Tercer Milenio, considerado el mayor viaducto de arco tirantado de hormigón del mundo, o el Pabellón Puente diseñado por Zaha Hadid para la Expo 2008, que parece sacado del futuro. Una ruta ideal para hacer a pie o en bici y descubrir otra cara de Zaragoza.
7. Pasea por el barrio de La Magdalena, cultura y vida


El barrio de La Magdalena, también conocido como El Gallo, es uno de esos rincones con personalidad propia. Sus calles estrechas, llenas de vida y de propuestas culturales alternativas, lo convierten en un lugar perfecto para pasear sin prisa.
Aquí encontrarás la iglesia de Santa María Magdalena, con su torre mudéjar del siglo XIV que domina el paisaje. También el claustro del monasterio de la Resurrección del Santo Sepulcro, al que se puede acceder con cita previa y que ofrece una experiencia única para los amantes de la historia y la arquitectura.
Pero más allá de los monumentos, lo que engancha del barrio es su ambiente alternativo: bares, asociaciones culturales, pequeños comercios y actividades que le dan un aire diferente al resto de la ciudad. Un paseo por La Magdalena siempre deja algo nuevo por descubrir.
8. Visita el Acuario de Zaragoza, un viaje por cinco ríos


El Acuario de Zaragoza es uno de los planes más llamativos, sobre todo si vas con niños. Es el mayor acuario fluvial de Europa y está dividido en cinco secciones que representan algunos de los ríos más importantes del mundo: Nilo, Murray-Darling, Amazonas, Mekong y Ebro.
Aquí puedes ver desde especies locales hasta animales sorprendentes como arapaimas de cuatro metros o peces del sudeste asiático. El tanque central, conocido como “Gran Río Mundo”, es impresionante, con casi dos millones de litros de agua. Además, se pueden hacer actividades como snorkel o buceo, lo que convierte la visita en una experiencia única.
9. Conoce los museos más famosos de la ciudad, cultura a tu alcance


Zaragoza cuenta con una oferta museística muy variada que merece la pena conocer. El Museo de Zaragoza, el Pablo Gargallo o el IAACC Pablo Serrano son solo algunos ejemplos de los espacios donde se puede descubrir tanto el arte clásico como el contemporáneo.
Lo interesante es que muchos de estos museos están en edificios históricos, así que la experiencia es doble: disfrutas del contenido y también del continente. Además, algunos ofrecen entrada gratuita o días concretos sin coste, lo que los convierte en un plan cultural muy accesible.
Si te interesa profundizar más, aquí tienes una guía completa con los museos de Zaragoza. Perfecto para combinar con otros planes en la ciudad.
10. Explora alguna ruta de senderismo cercana, naturaleza maña


Aunque Zaragoza sea conocida como ciudad, la naturaleza está mucho más cerca de lo que parece. En sus alrededores hay rutas de senderismo ideales para todos los niveles: paseos sencillos o recorridos más largos para los que buscan aventura. Caminos junto al Ebro, paisajes de estepa, barrancos sorprendentes o bosques que parecen sacados de otro lugar. Las rutas son una forma diferente de conocer la provincia y de disfrutar del aire libre.
Aquí te dejamos algunas de las rutas de senderismo en Zaragoza que seguro te darán ideas para tu próxima escapada. Perfecto para desconectar, hacer fotos espectaculares y volver con las pilas cargadas.
Zaragoza es una ciudad que nunca se queda corta de planes. Desde monumentos históricos hasta barrios con encanto, pasando por tapeo, naturaleza y cultura. Estos 10 planes imprescindibles de Zaragoza son solo una muestra de todo lo que puedes hacer, pero te aseguro que con ellos tendrás una buena base para enamorarte de la ciudad.
Preguntas frecuentes
¿Qué no me puedo perder en Zaragoza en un día?
Si solo tienes un día, lo imprescindible es visitar la Basílica del Pilar, recorrer el Puente de Piedra, pasear por El Tubo para tapear y terminar en el Parque Grande.
¿Dónde se tapea mejor en Zaragoza?
El Tubo es la zona más famosa para tapear en Zaragoza. Allí encontrarás bares y restaurantes con ambiente, tapas clásicas y propuestas modernas para todos los gustos.
¿Hay planes gratis imprescindibles en Zaragoza?
Sí, varios. Pasear por sus puentes sobre el Ebro, recorrer el Parque Grande, visitar museos gratuitos en determinados días y explorar el barrio de La Magdalena son opciones perfectas.
¿Qué pueblos cercanos a Zaragoza merece la pena visitar?
Algunos imprescindibles son Sos del Rey Católico, Belchite, Tarazona o Daroca. Cada uno tiene un encanto único, desde patrimonio histórico hasta naturaleza.











